Piedras Negras, Coah.- Los padres de familia deben ser los principales educadores de los hijos, y en la actualidad están dejando esta responsabilidad en las instituciones.
Dentro del evento anual de Interseminarios donde se reúnen sacerdotes y seminaristas de las Diócesis del Noreste del país, esta vez le tocó a la Diócesis de Piedras Negras ser anfitrión, y se presentaron las principales problemáticas que presentan los adolescentes y jóvenes en la actualidad.
El sacerdote Jesús Gerardo Martínez Compian, asesor diocesano de la Pastoral Vocacional, señaló que la juventud está dañada en un sistema de pensamiento progresista con falta de valores morales, sociales y ausencia de valores cristianos.
Destacó que la familia debe tomar las riendas de la educación e inculcar estos valores “y no avienten la pelotita” a la Iglesia, a la escuela o al Gobierno.
Recordó que estas instituciones son apoyo para desarrollar habilidades y valores en las nuevas generaciones.
"La catequista ayuda a que los niños comprendan los valores cristianos pero los padres la fortalecen, al igual que en las escuelas, los maestros les enseñan métodos básicos académicos pero los padres los refuerzan”.
Para llegar a los jóvenes, dijo, la primera misión es la familia, “fortalecerla, una vez ya bien definidos los roles de los padres irán respondiendo a los tiempos actuales, por ejemplo, las madres sin perder de vista que se puede trabajar y tener vida activa social, sin hacer de lado la atención hacia los hijos”.
La falta de sacerdotes son temas que también se tratan durante el Interseminario que dura tres días y concluye este domingo 6 de mayo.
En la Diócesis de Piedras Negras existen 63 presbíteros para atender a 50 o 60 mil personas, destacando lo difícil que es llegar a los jóvenes ante la creencia de que solo existe una sola vocación en la vida: el casamiento.
“Hay desconocimiento incluso dentro de la familia de que existen varias vocaciones en la vida como la matrimonial, soltería, religiosa y de sacerdote, no solo la primera”.
Indicó que la pastoral vocacional se enfocaba más a atender a los jóvenes, pero empezarán a tener más presencia de la Iglesia en la adolescencia desde el ámbito familiar, social y escolar.
“Con esto esperamos se vayan definiendo las vocaciones de cada persona y en un futuro el número de sacerdotes crezca”, concluyó.
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