museo la Katrina en saltillo

Piedras Negras, Coah.- En este lugar dicen que asustan. Pero a pesar de eso, tienen muchos visitantes, y es que estar ahí es una delicia, no solamente por los objetos y arte que se exhiben, sino porque se puede disfrutar de leyendas de Saltillo, en su teatro de cámara, así como proyección de grandes películas mexicanas.
La identidad nacional sale a flote, el rescate por las tradiciones mexicanas es lo que caracteriza al Museo de la Katrina ubicado en el Centro Histórico de Saltillo.
El recinto lleno de color y de artesanías que pretende enfatizar las tradiciones, principalmente la del Día de Muertos, nació luego de que sus fundadores y propietarios, Cinthya Fuentes y Érick Morales realizaran muchas exposiciones de catrinas hechas en cartonería y papel maché por varios países.
Portugal, Puerto Rico, España, Holanda, Bélgica, Cuba, Dinamarca y Estados Unidos, por mencionar sólo algunas de las naciones que han tenido la oportunidad de disfrutar de este arte que nació a partir de las catrinas que hiciera famosas el célebre José Guadalupe Posada.
Érick Morales, propietario y fundador del Museo La Katrina, resalta que la idea nació hace 15 años cuando su esposa Cyntia y él, realizaron su primera catrina para el altar de muertos familiar.
Jamás se imaginaron que posteriormente estarían exponiendo en diferentes países.
Fue cuando se decidió hacer un museo que inició con dos salas, pero que a la fecha cuenta ya con 10 salas, donde se exhiben las catrinas, objetos antiguos, fotografías postmortem, una momia de 195 años, cuenta también con un Teatro de Cámara donde se presentan las Leyendas de Saltillo y una chocolatería, además de que próximamente tendrán un restaurante de comida prehispánica.
El recorrido inicia mostrando objetos muy antiguos y catrinas vestidas muy elegantes, como bien las representaba Posada al hacer mofa de la clase alta mexicana de los años del porfiriato quienes renegaban de sus orígenes y portaban prendas muy al estilo parisino de aquella época.
“La Catrina Garbancera”, se asoma con su gran sombrero en un mural y sus “comadres” muy risueñas distribuidas alrededor de la primera sala que además contiene un gran altar de muertos y muebles antiguos tallados a mano.
Entonces, la advertencia se hace a los visitantes, el no asustarse si perciben alguna vibra extraña o sobrenatural, dado que ahí se aparece el fantasma de “Juanito” un niño que deambula por ocasiones en el recinto y que inclusive se ha podido pintar un retrato hablado del pequeño.
Diferentes dichos mexicanos se pueden leer en las paredes del pasillo que dirige a la siguiente sala donde se exhiben fotografías postmortem en blanco y negro, así como algunos escritos y certificados de defunción muy peculiares.
Ahí se encuentra la “Tía de las muchachas” enfundada en una bata color plata y plumas negras, postrada en una tina.
Objetos antiguos pueden observarse y al fondo una cocina muy tradicional aguarda con un chocolate caliente o un rico café de olla recién hecho que es acompañado con un pan de muerto que todos los días hay.
Cyntia Fuentes indica entonces que aunque una de las frases ahí escrita dice: “La Reina no cocina”, en realidad, no sale de cocina.
Y comparte que la cocina del museo presenta mucha artesanía realizada por saltillenses y artesanos de varias partes del país.
Además, ahí se puede degustar de rico chocolate de diferentes lugares, como Oaxaca y Michoacán.
“Estamos por abrir también en la planta alta un restaurante de comida prehispánica”, resalta Érick Morales.
Otro pasillo donde se ha plasmado cada una de las catas de la Lotería Mexicana, donde se le hace homenaje a algunos twitteros que han promocionado al museo, lleva a la sala donde se encuentra doña Petra, una momia encontrada en Arteaga.
Tras pasar un horno de piedra donde próximamente se hornará Pan de Muerto, la momia encontrada en 2008 y con 198 años de fallecida está arriba de un túnel que simula uno de los tantos que se ubican en el Centro Histórico de Saltillo.
“Doña Petra fue encontrada en Arteaga, aquí tenemos los ataúdes originales de esta gente de alcurnia que los enterraban con joyas y que en el saqueo que tuvieron fue donde se pudo ubicar esta momia que cuenta con los permisos del INAH para estar aquí”, resalta Érick Morales.
El vestuario que se utilizaba de la época es exhibido, pero también en las paredes una simulación de como eran emparedadas algunas mujeres que no cumplían con las normas morales de esos años.